Los antifúngicos azoles se utilizan para tratar aftas, candidiasis, candidiasis, tiña versicolor, pie de atleta, picazón de atleta, tiña, hongos en las uñas, infecciones fúngicas y dermatitis seborreica.
Los antifúngicos azólicos son un grupo de medicamentos antifungicos que contienen un anillo azólico . Se dividen en dos grupos:
- Aquellos con dos nitrógenos en el anillo de azol (imidazoles; ejemplos son clotrimazol, econazol, ketoconazol, miconazol y tioconazol)
- Aquellos que contienen tres nitrógenos en el anillo de azol (triazoles; ejemplos son fluconazol, itraconazol, posaconazol y voriconazol).
Los antifúngicos azólicos actúan inhibiendo la enzima lanosterol 14-alfa-desmetilasa dependiente del citocromo P450, que convierte el lanosterol en ergosterol, el principal esterol de la membrana celular del hongo. El agotamiento del ergosterol provoca la muerte celular al dañar la membrana celular.