Los medicamentos antimaníacos ayudan a aliviar los episodios maníacos en personas con trastorno bipolar. Se pueden utilizar en otras situaciones en las que las personas con trastorno bipolar presentan periódicamente episodios de gran excitación, euforia, delirio o hiperactividad. El término estabilizador del estado de ánimo también se puede utilizar para describir un fármaco antimaníaco. Sin embargo, los medicamentos antimaníacos no son medicamentos que se usan para tratar la depresión, solo son estabilizadores del estado de ánimo que tratan los episodios de manía. Sin embargo, existen tres fármacos estabilizadores del estado de ánimo que son eficaces en el tratamiento tanto de la manía como de la depresión. Estos son lamotrigina, litio y quetiapina.
El litio, algunos anticonvulsivos (como carbamazepina, lamotrigina, valproato) y algunos antipsicóticos atípicos (aripiprazol, olanzapina, quetiapina) son los fármacos más comunes que se utilizan en los efectos estabilizadores del estado de ánimo y el control de la manía.
Aunque los expertos no comprenden completamente cómo funcionan los medicamentos antimaníacos para estabilizar los episodios maníacos, se cree que afectan los niveles de neurotransmisores químicos en el cerebro, como la dopamina, GABA, norepinefrina o serotonina, o reducen la excitabilidad de los impulsos nerviosos en el cerebro. Un agente antimaníaco eficaz debería:
- Debería reducir los episodios maníacos agudos a un nivel más manejable
- Debe aliviar síntomas como agitación, comportamiento inapropiado y problemas para dormir.
- Debe prevenir la recurrencia de los síntomas y la hospitalización.
Los efectos secundarios pueden variar según el tipo de agente antimaníaco utilizado.